Posted on June 26 2020
“Surf Guide Magazine” impulsó el surfing costarricense en los años setentas.
Con una idea inicial de incentivar la inversión extranjera en las zonas costeras, para generar mayor cantidad de ingresos en dichas zonas es como nace la primera guía de surf en Costa Rica.
Esta grandiosa idea nació gracias a Ángel Arce Cavallini, un egresado de la facultad de Administración de Negocios con énfasis en Contaduría Púbica de la Universidad de Costa Rica, que observó la situación del país en ese momento y decidió tomar una propia iniciativa para colaborar a su amada tierra.
En este artículo, Arce nos cuenta toda la historia de “Surf Guide Magazine” y nos comparte un poco de sus vivencias con el tema del surf, deporte que ama hasta el día de hoy.
¿En qué año nace la idea de hacer la “Surf Guide Magazine”?
Todo nace a principios de los años de 1970, cuando conocí el surf en Boca Barranca, y a partir de ese momento nunca más pude dejar la práctica de este maravilloso deporte. Viajaba por tren y de ahí durante muchos años todos los fines de semana me hacía presente en la Boca, hospedándome en un hotelito llamado Chanita.
¿Cómo inició todo el tema con la revista?
Yo soy egresado de la Universidad de Costa Rica en la carrera de Administración de Negocios con énfasis en Contaduría Publica, donde fui becado por 5 años. En el año de 1978, el país pasó por una crisis desastrosa por los altos precios del petróleo y la inestabilidad del colón. Fue entonces cuando pensé hacer algo por el país que produjera divisas, en vez de lo contrario, además siempre me sentía con un alto grado de responsabilidad de agradecer las oportunidades que me dio la UCR de estudiar. Fue entonces cuando hice la primer guía hotelera de Costa Rica, la cual la distribuía en el extranjero gracias al Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes me permitían poner las guías en las valijas diplomáticas y así promover los hoteles.
Observando todo esto y pensando en pro de generar divisas para los lugares costeros nació la idea de crear una revista de surf, gracias a un mapa publicado en el año de 1981, en la revista Surfer, de Estados Unidos y si mal no recuerdo este fue proporcionado por un conocido, el señor Àlvaro Vizcaíno, un excelente surfeador y quien me ayudo con toda la descripción de los puntos de surf y me asesoró enormemente. Hice la primer revista a finales del año 1981 y le llamé "Surf Guide Magazine”, realice un mapa con todos los puntos conocidos y Alvaro Vizcaino, Roberto Miranda y Mario Sotela fueron claves en la publicación, siempre dispuestos a colaborar.
¿Con qué fin crear una revista enfocada en el surfing en ese tiempo?
Se creó con el fin de promocionar internacionalmente el surfing de Costa Riva y hacer que vinieran muchos extranjeros y que dejaran en el país divisas y se desarrollara económicamente las áreas de las costas del país dando empleo, desarrollo socioeconómico y fuentes de trabajo a miles de niños que estarían creciendo. Siendo el punto de partida Playa Jacó y el Pacífico Central. Encontré gran colaboración del Hotel Jaco Beach con don Luis Montero, y la Señora Mariamalia Revelo hoy Ministra del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
¿Cómo hiciste para colocar los primeros ejemplares de la “Surf Guide Magazine” fuera de Costa Rica?
Con 2000 ejemplares y gracias a LACSA, viaje por toda la costa este y oeste de los Estados Unidos, visitaba cada tienda de surf y dejaba revistas, entonces conocí agencias mayoristas como Morris Overside, Carol Holand, entre otras. Aproveché para invitarlas a visitar CR para que promovieran el surf y llenaran los hoteles vacíos y así fue.
Junto con Mario Sotela logramos invitar a revistas internacionales como Surfer, Surfing Magazine, entre otras y aparecieron artículos del país. Esto me emocionó mucho ya que mi misión ya estaba dando frutos y más aún cuando ayudo con información y fotografías al Instituto Costarricense del Turismo (ICT), para un gran inversión en mercadeo de este deporte del surfing. Creo que al final sí se logró la misión, ya que son muchos los surfistas que han venido y seguirán viviendo por la reputación de nuestro país y sus espectaculares olas.
Las primeras ediciones fueron entregadas en Estados Unidos, pero además hubieron otros países que también se interesaron para recibir estas ediciones, ¿cómo sucedió todo este proceso?
Esto sucedió debido a que recibí cartas de cada país del mundo donde habían olas y estas cartas me solicitaban revistas y me ponían 1 o 2 dólares para el correo, a todos les envíe revistas e información de Costa Rica, tengo muchas cartas también de agencias mayoristas agradeciendo el envío de revistas y respuestas.
¿Tuviste obstáculos en esa época para poder realizar tu misión?
Nunca hubo obstáculos, fue todo lo contrario, he sido un afortunado en la vida, todo era maravilloso mucha felicidad y ver crecer los destinos turísticos, sumado a las divisas del país, el poder surfear a lo grande y ser bienvenido en todos los sitios que visitaba, los hoteleros entendieron los mensajes que daba y los asesoramientos y consejos eran cumplidos a cabalidad, todos me ayudaron.
¿Cómo ves el mercado de las revistas hoy en día donde todo es digital?
Pienso que algunas cosas cambian, ya sea para bien o para mal, porque además se importan costumbres, entre otras cosas.
¿Posees alguna anécdota que quieras resaltar en todo este proceso de dar a conocer el surf en la revista?
Anécdotas hay muchas, ya que durante muchos años viajé a todos los sitios de olas con Roberto Miranda, nos llevábamos cada sorpresa, casi que éramos los primeros en surfear estos sitios y Roberto como si nada y yo super asustado.
Con el Toyota Landcruiser de Roberto hacíamos caminos, recuerdo que en una oportunidad en un fuerte invierno tomamos la ruta del Malpaís ha Tamarindo, bordeando la costa y pues toda una aventura pero lo malo es que no existían caminos, los hacíamos aunque nos sacaran luego algunos campesinos con sus bueyes.
Otra anécdota un poco triste, fue en un oleaje gigante en Isla Uvita, no me acuerdo como llegamos, creo que fue a puro nado. Vimos un oleaje grande más de 5 metros y comenzamos a surfear las colitas, pero de repente se vinieron unas olas más grandes, Roberto logró pasarlas pero yo no y ese oleaje fue como de 10 olas seguidas y cuando logré salir a Roberto se le salían las lágrimas porque creyó que yo me había ahogado, pero pude salir, sin embargo, juro que vi el cielo hasta creo que un ángel me sacó. Lo bueno y lo malo es que nos devolvimos a seguir en este martirio y Roberto tomó una ola tan gigante y desapareció por al menos un minuto, yo si lloré por mi gran amigo, porque estas olas terminan en una pared de piedras y Dios es grande ya que logré ver a Roberto salir y ya nos retiramos nunca más volví a este sitio.
Sin duda alguna Ángel tuvo una idea que aunque en aquel entonces pareciera difícil plasmarla, él con esfuerzo y sacrificio logró sacarla adelante y gracias a esta iniciativa el surf y el turismo costarricense hoy en día vive una perspectiva bastante diferente convirtiéndolo así en el deporte que más ingresos deja al país por concepto de visitas internacionales.
Redacción: Enrique Hernández
Dirección General: Marco Montero
La mejor revista de surf que he visto